jueves, 23 de agosto de 2007

Innuendo: El canto del pinzón

- Cuál es tu nombre, moro?

- Rodrigo me bautizaron, señor, en Triana.

- Sea, pues, pese a tu color cetrino, lo que afirmas.

- Haré por el Señor de ésta expedición lo que nadie, señor Maestre. Y ganaré la recompensa de diez mil maravedíes: Encontraré Cipango antes que nadie para el Capitán Mayor. Juro que lo haré…


Mientras, pendiendo de una jarcia, que se balanceaba ligeramente al compás de la marea, un ave cantaba en su jaula.

La tripulación echó a reír ruidosamente al escuchar el discurso. El hombre los miró compadecido:

- ¿Reís ante el triste canto de aquél pinzón, o de nuestra incierta fortuna, camaradas? Así como de ésta luminosa mañana, disfrutad de su trino, que nace del recuerdo de la luz que un día vieron sus ojos. Respetad el canto del ave que entona para todos dolorosamente su ceguera por complacer el humano oído y que musita un poco también, el incierto destino de nuestra casta marinera. ¿Así reís ante el trino anhelante de vuestro propio corazón?


Callaron todos y cada quien volvió a lo que hacía, mientras el maestre miraba sorprendido la escena.

- ¡Lárgate a “La Niña”, payo, y prompto, antes que eche de verte mi señor y te tire

por la borda, que todo sefardí pesa demasiado a su fama!

domingo, 22 de julio de 2007

INNUENDO, PRELUDIO

Suenan lejanos aún, los tambores de la codicia. El marcial compás estremece la piel de la mujer. El viento trae brisas de hambres atrasadas, de anticipados tedeums por la inminencia de su posesión, de interminables guerras consumadas y por venir. Los redoblantes se escuchan nítidos ahora: 1-2-3-4, 1-2-3-4, la guerra empieza. 1-2-3-4, 1-2-3-4, cada golpe retumba en toda la mar, estremeciendo las palmeras, oscureciendo el cielo. Un hedor de injusticias, de egoísmo profundo, de arrogancia que nunca vio ni sintió llega hasta ella en exhalaciones de manos sudorosas, de sífilis oculta tras el cuerpo y el alma. De pronto, el grito de un vigía rompe el gigantesco cristal de su destino: ¡Tierra! ¡Tierra!

Clavando una cruz en sus lomos, la dieron por poseída.

miércoles, 13 de junio de 2007

La máquina de Ridort, fragmento

LA MÁQUINA DE RIDORT

…En ése época era yo un estudiante mediocre, HARTO de aulas, pizarrones, tizas, libros, compañeras feas y engreídas, luego de nueve años de secundaria...

Buscaba, como todos, damas de cualquier condición para entretenerme. Y claro, ésa vida se lleva bien con copas, música trasnochada y demás excesos a los que prefiero llamar, como cierto político local, “vicios masculinos”.

A la vez, sentía cotidianamente que la vida se me iba de las manos, que ir a estudiar todas las mañanas era un absurdo dispendio de tiempo, porque no planeaba y de cualquier modo, no podría quedarme. Finalmente el rigor de las ciencias exactas que busqué como profesión, resultó no ser lo que realmente perseguía. Lo afronté en mitad de una terrible resaca una tarde, luego de año y medio de intentarlo, porque Dios sabe que hice de todo por seguir adelante, por subir, por aprobar semestres, pero fue inútil. Mudé mis lánguidos huesos a otra universidad, donde a falta de tiempo y de medios, terminé como dibujante de arquitectos, y es que entre el hambre y las exigencias del macho, o trabajas para comer y divertirte, o buscas una ricachona que te proporcione pan, placer y profesión, pero quizás la facha nunca dio para tanto. Quizás. De modo que los libros de Cálculo y Física quedaron abandonados en un anaquel y ¡tocad retirada mis valientes: llegó la hora de sobrevivir! ¡Sin despeinarse, cuidado! Sin despeinarse…

Mientras cursaba el segundo semestre de Ciencias Básicas, varios meses antes de la decisión que acabo de comentar, ocurrió algo que cambiaría mi vida para siempre. No, no estoy exagerando y no ponga usted cara de impaciencia, que ésta no es otra crónica de aulas, amigo. Si… Al final, supongo que acabará burlándose de mí, como el resto, o más bien despreciándome. Ése es el riesgo que corre quien cuenta sus secretos, ¿No? Pero al grano, al grano…

La máquina de Ridort, elementos

Hay ocasiones en las que un sueño (en mi caso, SIEMPRE es un punto de partida) inicia algo...
Muchas veces me he preguntado: ¿Será posible inventar nuevos artefactos? Será que aún queda algo que la imaginación humana haya dejado en su tintero, en el guardarropa, en los entresijos de su bragueta; en el peinador, frente al espejo, alguna genialidad que pueda venderse masivamente con jugoso lucro y copas elevadas al aire, - entre socios capitalistas- ? Mmmm.

Pensemos en alguien genial. Luego enlacemos la naturaleza humana con las máquinas.


Esa es la máquina de Ridort...

Neobarroco y Adoum

Una reflexión contradictoria...Pero necesaria. Ahí va:

Carpentier es un elemento clave, luego de haber probado, sin haber relamido (es mi ritmo, porque hay que ganarse la vida ante todo) el suculento bocado, incluido hueso y tuétano de la herencia profética de Adoum. (jugoso por cierto, para quienes tengan papilas gustativas literarias sincronizadas con su legado) Intuye acertadamente el escritor, en mi opinión, del futuro del lenguaje y estilo que probablemente se manejaría en ésta América de habla hispana, como íconos inevitables: Precisamente ésa es la confluencia entre el escritor imposibilitado de expresar su voz en encabezados mediáticos (ojo con el poder de los medios en tan incipientes tiempos, aunque la Revolución Francesa haya excabado su propio agujero en su lar) por causa de una nación apocada. Adoum mira el realismo mágico como un pasaporte a la adultez literaria, (digo yo. Aquella libre de prejuicios, por madurez sociológica) de la nueva generación. La majestad de la diversificación, (y ésa es mi propia opinión) con la concatenación de Civilizaciones que ninguna cadena pudo borrar, porque se escribió carne adentro.

Adoum entiende a Carpentier (y sigo especulando) como un vínculo de análisis histórico (musical, etc) imprescindible para asentar los elementos que pueden 'caracterizar' (es decir interpretar) los épicos personajes de la terrible historia que escucharán los nietos de las generaciones nacidas en el siglo veinte. Y conste que los números romanos han quedado atrás... Es otra gente. Revolución-industrialMáquinas-de-vaporDínamosAlternadoresBombillos-eléctricosTelégrafoTeléfonoTelevisiónMEDIOSMuñecas-BarbieIBMBill-GatesNeoliberalismoSiglo-Veintiuno y ahora nadie piensa en sí mismo individualmente si no como en un Universo del que uno es apenas un átomo, una hormiga del hormiguero.

El neobarroco Carpentieriano alcanzó a entender que la historia nos salvaría. Adoum predijo el camino. El futuro está en manos de… QUIÉN? Toda historia requiere un guionista.

Un detalle. CUÁNTOS PREMIOS LITERARIOS SE HAN CREADO EN ECUADOR EN LOS ÚLTIMOS TREINTA AÑOS?